Cómo limpiar las ventanas correderas por fuera sin quitarlas

limpiando ventana corredera por fuera sin quitarla

Llega el buen tiempo. Se aplacan las lluvias y nos ponemos a mirar por la ventana, ¿habrá que limpiarlas, no? Pero tienes unas ventanas correderas que no puedes quitar o es peligroso hacerlo.

No te preocupes, en CasaConfortable damos solución a todos los problemas de limpieza del hogar. Hoy te voy a enseñar a limpiar ventanas correderas por fuera y por dentro solo con cosas que puedes encontrar en casa.

Paso a Paso: cómo limpiar cristales de ventanas correderas sin quitarlas

ventana corredera limpia

Limpiar este tipo de ventanas puede ser una tarea tediosa, pero si sigues estos sencillos pasos, verás que quedan relucientes sin necesidad de quitarlas:

Tiempo total: 20 minutos

  1. Lo primero es rociar las ventanas con agua.

    Usa tu pulverizador o atomizador para hacerlo tanto por fuera como por dentro. Esto te ayuda a ablandar la suciedad más superficial y el polvo que se va acumulando con el tiempo.

  2. Limpia el marco y los rieles de la ventana.

    Antes de empezar por los cristales y mientras dejamos que el agua pulverizada actúe, es bueno limpiar alrededor de las ventanas. Para eso limpia con la esponja suave, un poco de agua templada y jabón. También puedes usar un cepillo de dientes para los rincones difíciles. Si no llegas bien a la parte de fuera, puedes hacerte con un cepillo pequeño con mango largo.

  3. Limpia los cristales humedeciendo el paño de microfibra y usando el detergente.

    Para que sea más fácil, solo tienes que rellenar el cubo de agua y echar un chorrito de jabón. Después vas humedeciendo el paño para repasar las ventanas de arriba hacia abajo, con movimiento circulares. Si tienes manchas incrustadas que no se quitan, puedes usar una rasqueta de goma con cuidado de no rayar el cristal.

  4. Enjuagar y secar.

    ¿Ya tienes todo el cristal limpio? Solo te queda enjuagarlo con agua limpia (cambia el agua del cubo y úsala). Para acabar coge un paño de microfibra seco y pásalo con cuidado por toda la ventana. Deja para el final los marcos y los rieles.

Herramientas:

  • 2 Paños suaves de microfibra.
  • Cepillo de dientes viejo.
  • Esponja suave.
  • Pulverizador de agua.
  • Cepillo con mango extensor (OPCIONAL: solo para ventanas exteriores de difícil alcance). Como alternativa puedes usar un cepillo, mopa o cualquier otro objeto al que puedas acoplar el paño de microfibra.

Materiales: Detergente o jabón (te recomiendo el que usas para lavar los platos). Un cubo de agua tibia.

❗CONSEJO: Yo reservo todo el kit para uso exclusivo para limpiar tus ventanas. Puedes guardarlos en el propio cubo y usarlo cuando necesites repasar cristaleras.

¿Y por fuera? Si son ventanas exteriores grandes y no puedes limpiarlas bien, solo tienes que coger un cepillo con mango extensor o apañar un cepillo o una mopa con el paño de microfibra. El proceso es el mismo.

¡Listo! ¿A qué no ha sido tan difícil? Solo hace falta un poco de paciencia para que queden relucientes. Además, si lo haces a menudo, no tendrás que frotar y frotar para que se quiten las manchas.

Herramientas útiles para limpiar las ventanas correderas por fuera

Trucos de limpieza para casa

Aparte de los materiales básicos que he mencionado, no quiero acabar este artículo sin mencionar otros utensilios que pueden ser útiles para limpiar las ventanas correderas por fuera. Sobre todo cuando se trata de cristaleras grandes o de difícil acceso. Pues no es lo mismo limpiar una ventana de un tercer piso, que una a la que se pueda acceder fácilmente desde un patio interior, por ejemplo.

  • Limpiadores de ventanas de alto alcance. Son cepillos o mopas con mango largo diseñados para llegar a lugares difíciles, como ventanas altas de un edificio. Son económicas y puedes encontrarlas de diferentes tamaños y formas según tu tipo de ventana. Si es una ventana convencional con esquinas, te recomiendo que tenga punta para limpiarlas bien.
  • Aspiradores limpiacristales. Estos ya son dispositivos un poco más sofisticados, también pueden tener un mango extensible, pero la diferencia es que usan una boquilla de succión que se adhiere perfectamente al cristal para limpiarlo. Incluyen un paño de microfibra que puedes ir cambiando para enjabonar y luego secar, ayudado de la aspiración para que no quede rastro de agua ni jabón.
  • Robots limpiacristales. Son los dispositivos más inteligentes del mercado, pues ellos solitos limpian tus ventanas sin que tengas que hacer nada. Es una inversión alta, pero merece la pena si tienes cristaleras grandes muy difíciles de limpiar.
  • Extensiones de manguera de jardín. Por último, te propongo una opción práctica si no puedes gastar mucho en aparatos como los anteriores. Solo tienes que usar un cabezal de pulverización regulable y rociar tu ventana con agua desde abajo mientras limpias con paño o esponja desde arriba. Para tardar menos tiempo, puedes decirle a alguien que te eche una mano.

¡Hay soluciones para todo! No hay excusas para no mantener tus ventanas siempre relucientes.

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