Cuando se trata de planchar, hay pocas cosas más frustrantes que tener que dejarla en medio de una habitación porque no sabes dónde guardar la tabla de planchar. Si crees que no tienes hueco suficiente o no se te ocurren espacios útiles donde mantenerla guardada, ¡quédate! Te voy a dar 10 ideas para empezar.
¿Dónde guardar la tabla de planchar para que no moleste?
Aunque no se te ocurra nada, estoy segura de que tienes algún hueco en el que ni siquiera habías caído.
1. Integrada con tus muebles
La primera opción es de mis favoritas, porque da igual que tengas una casa pequeña, siempre puedes colocarla en la parte superior de una pequeña estantería, en un mueble de almacenaje o incluso como taburete en algún rincón de tu casa. Lo único que tienes que hacer es quitarle las patas metálicas y poner un soporte adicional para que no se mueva. ¡Ya tienes un 2 en 1!
2. Colgada en tu armario o ropero
Seguro que se te han ocurrido mil opciones, pero nunca utilizar una percha para colgarla. Pues sí, es una manera muy sencilla de ahorrar espacio. Puedes comprar directamente una tabla de planchar que incluya un colgador o elaborarlo tú mismo. Después solo tienes que colocarla en tu armario y listo.
3. Plegada en un cajón
Si vas a hacer reforma en tu cocina o vas a poner muebles nuevos en alguna estancia de tu casa, te aconsejo que valores la posibilidad de comprar un cajón para la plancha. Solo tienes que abrirlo para estirar la tabla que está plegada, y una vez que hayas terminado, cerrar el cajón. Fácil, rápido y ordenado.
4. Detrás de una puerta
Una de las opciones más comunes es tener un soporte detrás de alguna puerta donde puedes colgar la tabla, así como la plancha de ropa y algún que otro utensilio para tu planchado. Son muy sencillos de encontrar y puedes adaptarlo perfectamente a tu casa. Además, lo bueno que tiene es que puedes llevártelo si te mudas, una opción genial cuando vives de alquiler.
5. Bajo la cama
Si tu casa es demasiado pequeña, no tiene espacio o vives en una casa compartida, puedes optar por guardarla debajo de la cama. No la tienes a la vista y tampoco te vas a tropezar con ella. Y no ocupa mucho espacio, por lo que puedes colocarla incluso encima de alguna caja de almacenaje que guardes bajo la cama.
6. Debajo del sofá
Otra opción parecida a la anterior es guardarla bajo tu sofá. Muchos tienen espacio suficiente para colocar tu tabla de planchar sin problema. Si vas a comprarte una nueva, te aconsejo que previamente conozcas sus medidas y así puedas comprobar si te cabe. Y si te resulta muy incómodo sacarla y meterla de nuevo, puedes incluir una pequeña tabla con ruedas para que sea más fácil.
7. Al lado de tu lavadora
En el caso de que tu lavadora no sea empotrada, es posible que tenga algún espacio en los laterales para poder colocar la tabla de planchar al lado. Normalmente es lo suficientemente pequeño para que no se mueva, y no molesta. Además, si tienes secadora, solo tienes que coger la ropa y comenzar a planchar sin moverte del sitio.
8. Debajo de una mesa
Otra idea que personalmente me gusta mucho es esconderla debajo de una mesa o escritorio. La puedes guardar abierta y sacarla cuando la necesites. Además, no te impide sentarte y hacer cosas en tu mesa, pues deja suficiente espacio para tus piernas. ¡Eliminas el incómodo abrir y cerrar!
9. Colgada en la pared
Si nada de lo anterior te sirve, seguro que tienes alguna pared libre para colocar un soporte para tu tabla de planchar.
Suelen ser muy económicos y no ocupan mucho espacio. Así, no tienes el riesgo de tropezarte o que se resbale si está apoyada en el suelo. Además hay algunos soportes decorativos, el que yo tengo puedes poner una pequeña maceta y queda genial.
10. Ocultarla en un espejo o mueble
¿No te convence colocarla sin más en una pared? También puedes optar por hacer el rincón un poco más bonito, sobre todo si se trata de un pasillo o una estancia donde la plancha de ropa no encaje. Las dos mejores formas es dentro de un espejo o con un mueble. Si no quieres que sea demasiado grande, puedes comprar una plancha mini y tu secreto estará a salvo para los invitados.
Ahora que has visto las diferentes formas de guardar tu tabla de planchar, es el momento de pensar en tus propias ideas. ¡Haz que tus tareas del hogar sean más cómodas y fáciles!