El café es una de las infusiones más consumidas del planeta por lo que no es de extrañar que esta estimulante bebida haya sido sometida a numerosos y rigurosos estudios para determinar sus propiedades.
Si quieres conocer los efectos que esta popular bebida puede producir en tu organismo, a continuación te vamos a pormenorizar sus múltiples beneficios.
Pero… no todo son bondades cuando nos referimos al café, en función de la condición fisiopatológica y de la susceptibilidad de cada persona, el café también puede resultar nocivo para la salud.
No te preocupes, igualmente hablaremos de sus inconvenientes.
¿Cuáles son los principales beneficios del café?
El café está compuesto por más de mil sustancias químicas diferentes, entre ellos: aminoácidos, polisacáridos, azúcares, triglicéridos, ácido linoleico, ácido clorogénico, ácidos volátiles y no volátiles, vitaminas, minerales… y ¡CAFEÍNA!
La suma de todos estos compuestos hacen del café una bebida con un alto poder antioxidante, pero es la cafeína la sustancia que produce los mayores efectos sobre nuestro organismo ya que se trata de un poderoso estimulante que tiene la capacidad de actuar sobre nuestro sistema nervioso. ¡Veamos de qué forma!
La cafeína provoca un mayor estado de alerta y aumenta la concentración, la memoria y los reflejos
Indiscutiblemente, este es el efecto más conocido del consumo diario del café.
Esta propiedad se debe a que la cafeína provoca que la adenosina (un neuromodulador que actúa regulando la propensión al sueño) disminuya su actividad.
La estructura de la cafeína es muy similar a la de la adenosina, esta característica le permite unirse a ella y «engañar» a los receptores cerebrales sobre los que este neurotransmisor actúa, inhibiendo su función de ralentizar la actividad neuronal. A su vez, ante la falta de actividad de adenosina, los neurotransmisores dopaminas y el aminoácido glutamina potencian sus efectos sobre el cerebro, provocando una notable reducción de la fatiga y mejorando funciones cognitivas como la concentración y la memoria.
Mejora el rendimiento deportivo
En los últimos años, la cafeína y otros compuestos del café han sido sometidos a numerosos estudios con el fin de determinar cómo su consumo afecta al rendimiento deportivo.
Dichos estudios corroboran que la cafeína no influye en la capacidad de fuerza del deportista pero si se relaciona con una sustancial mejora de la resistencia a la fatiga ya que sus compuestos potencian la acción de la adrenalina. Esta hormona activa el metabolismo y su mecanismo de acción consiste en descomponer la grasa corporal en ácidos grasos libres que son usados como fuente de energía durante la actividad física.
Por otro lado, la cafeína estimula el sistema hormonal ya que tiene la capacidad de incrementar las hormonas del estrés (catecolaminas, beta endorfina y cortisol) lo que contribuye a disminuir la percepción del esfuerzo y el dolor muscular, mecanismos que influyen notoriamente en el rendimiento deportivo. También actúa sobre el sistema respiratorio por lo que sus propiedades broncodilatadoras facilitan la ventilación durante la práctica deportiva.
Contribuye a la pérdida de peso
El café es considerado como un termogénico natural ya que contiene sustancias que contribuyen a aumentar la temperatura corporal. Al ingerir una taza de café, nuestro cuerpo reacciona con el objetivo de contrarrestar este aumento de la temperatura, lo que induce a que el metabolismo se acelere.
Esta respuesta orgánica contribuye de forma natural a quemar grasa corporal por lo que el consumo de café se puede convertir (a largo plazo) en un buen aliado para lograr perder peso.
Posee una alta actividad como antioxidante natural
Una de las características del café es su alta actividad como antioxidante.
Estos compuestos bioactivos no solo han demostrado ser eficaces para reducir la incidencia de enfermedades crónicas y neurodegenerativas, también ayudan a nuestro organismo a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel.
Actúa como anticancerígeno
Por su composición, el café puede ser una bebida que ayuda a reducir la posibilidad de desarrollar ciertos tipos de cáncer.
Según un estudio realizado por International Journal of Cancer, la ingesta de café puede reducir hasta un 40% la posibilidad de desarrollar cáncer de hígado. Otros estudios han determinado que el consumo de 4 o 5 tazas diarias de café reduce un 15% el riesgo de cáncer de colón.
También se ha investigado que el consumo de café ejerce un efecto protector contra el cáncer de mama. Según estos estudios, las células tumorales reaccionan a ciertas sustancias del café (cafeína y ácido cafeico) ya que actúan neutralizando las señales que estas necesitan para su desarrollo.
Reduce la incidencia a padecer diabetes tipo 2
Consumir de forma habitual café se ha asociado a una menor incidencia a padecer diabetes tipo 2.
Esta propiedad se debe a que sus compuestos actúan sobre el metabolismo de la glucosa. Numerosos estudios han llegado a la conclusión que, con respecto a los no consumidores, la ingesta diaria de más de 4 o 5 tazas de café reduce en un 50% la posibilidad de padecer este tipo de diabetes.
Se ha observado que el café descafeinado también ofrece este beneficio para el organismo, por lo que se piensa que son otros compuestos, especialmente los antioxidantes como el ácido clorogénico y la trigonelina, los que juegan un papel relevante en la relación café y la diabetes tipo 2.
Reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares
A pesar de la creencia popular de que el consumo de café puede ser un factor de riesgo para personas con hipertensión o con problemas cardiovasculares, recientes estudios han echado por tierra esta teoría.
Hay estudios que aseguran que el café, siempre y cuando sea consumido moderadamente, ejerce un efecto cardioprotector que se asocia con una menor incidencia a desarrollar insuficiencia cardiaca.
Dicha investigación ha puesto de manifiesto que las personas que consumen café a diario reducen en un 14% el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular. Uno de los motivos de esta afirmación es que la cafeína posee un efecto vasodilatador que permite que la sangre pueda circular de forma mucho más fluida. Por otro lado, su gran aporte en polifenoles protegen al organismo contra la oxidación celular y de los daños que los radicales libres puedan ocasionar.
Aliado en las enfermedades hepáticas
El café se ha asociado con una notable mejoría en pacientes con enfermedades relacionadas con el hígado.
La ingesta diaria de café provoca una disminución de la inflamación del hígado, previene la cirrosis, mejora del cáncer hepático y produce una mejor respuesta al tratamiento para la hepatitis C.
Aunque aún no es posible hacer recomendaciones claras, en pacientes con este tipo de patologías el consumo de café está ampliamente recomendado y se debe incluir en su dieta habitual.
Ayuda a prevenir las enfermedades de Parkinson y Alzheimer
El consumo diario y moderado de café mejora las funciones cognitivas por lo que puede ayudar a reducir el riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer.
Puesto que el café descafeinado ha demostrado ejercer los mismos beneficios, este efecto protector se debe tanto a la cafeína como a otros componentes químicos presentes en el café.
Inconvenientes del consumo habitual de café
Después de haber expuesto todas las cualidades del café y cómo nos beneficia su consumo moderado, es posible pensar que los inconvenientes realmente no merecen la pena ser tenidos en cuenta.
Pero lamentamos decirte que no es así, el consumo excesivo de café, además de generar dependencia, puede ser nocivo para la salud, sobre todo cuando se es muy sensible a la cafeína o se padecen ciertas patologías:
- El problema más grave al que nos podemos enfrentar es el cafeísmo, una intoxicación producida por una elevada ingesta de cafeína (600/750 mg/día, estando 1.000 mg/día en rango de peligrosidad tóxica) o por una reacción a ella. Generalmente, esta intoxicación se manifiesta con inquietud, arritmias, insomnio, diuresis, contracciones musculares y problemas estomacales, incluso, puede llegar a provocar la muerte.
- Tomar demasiadas tazas de café diariamente puede conducir a una situación de ansiedad o estrés que se manifieste con insomnio, temblores de manos o, incluso, con ataques de pánico.
- La cafeína tiene un efecto diurético por lo que un consumo excesivo de café puede provocar deshidratación. Lo ideal es rebajar su consumo y aumentar la ingesta de agua.
- La cafeína puede generar una gran dependencia y puede provocar que no logremos activarnos si no comenzamos el día con nuestra taza de café. Cuando el cuerpo no recibe la cafeína a la que está acostumbrado, es muy común experimentar síndrome de abstinencia que nos hace estar irritables y con dolor de cabeza. Afortunadamente, se supera en un breve periodo de tiempo (2 o 3 días).
- El café es una bebida irritante que puede aumentar el dolor y empeorar enfermedades como las úlceras y la gastritis, sobre todo si se ingiere sin consumir nada sólido.
- Tomar café en grandes dosis reduce la fertilidad ya que el exceso de cafeína afecta a las trompas de Falopio e impide que el óvulo llegue al útero. De igual forma, su consumo no está recomendado durante el embarazo y la lactancia puesto que la cafeína puede afectar al feto y ser transmitida al recién nacido a través de la leche.
- La cafeína impide que el calcio sea absorbido correctamente por nuestro organismo, por tanto, su consumo no está recomendado para las personas que padecen osteoporosis. También está desaconsejado para aquellas personas que necesitan suplementación de hierro ya que la cafeína interfiere en la absorción de este mineral.
Conclusión
Como has podido observar, la mayoría de los inconvenientes del café provienen de su contenido en cafeína. Si tienes problemas con esta sustancia, una opción que puede resultar altamente satisfactoria es consumir café descafeinado ya que, como hemos visto, prácticamente nos ofrece los mismos beneficios.
Si a pesar de todo no deseas renunciar a esta bebida, debes tener presente que no se recomienda una ingesta superior a los 400 mg diarios (4 o 5 tazas). Por tanto, será tu propio sentido común y tu estado de salud los que te indiquen hasta qué punto puedes consumir café de forma segura.
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